Un ejemplo: la noche del 17 de diciembre de 1963, se registró la temperatura más baja de España en los últimos 50 años: 30 grados bajo cero.
El clima invernal de ese triángulo es sin duda el más duro de la España habitada, eso no impide que el tiempo sea, a la vez, muy saludable, con unas temperaturas agradables en las horas centrales del día y un aire de gran calidad.
Hasta el punto de que la sierra de Javalambre ha sido elegida para albergar un telescopio gigante para la observación del espacio.
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